Señales o colapso del imperio actual 2020

Mi forma de acercarme a la verdad es escuchar, ver o leer noticias importantes , de diversas fuentes, y luego sacar una conclusión personal que me acerque a la verdad.

En este blog personal y otros, quisiera tener mas tiempo para poder hacer una mejor explicación, mas amplia, ilustrada y que sea entendible por todos que leen ese concentrado personal que ofrezco en mis blogs; sin embargo se que la mayoría de las personas tienen sus intereses y solo le dedican tiempo a ello o a lo que simplemente les gusta. Pero la política y economía debería ser un tema importante a quienes les interesa tener una vida laboral tranquila o segura. Un país ordenado, pacifico y libre de malos lideres que gobiernen y que corten con la paz social y que permitan que la injusticia de la corrupción se siga extendiendo.

Ello se entiende de gente joven (que esta empezando a vivir la vida real). También se entiende de gente mayor que solo le interesa aliviar los dolores o malestares de sus enfermedades o avanzada edad. Ellos quieren vivir sus últimos días tranquilos y morir en paz; pero el resto de personas, entre 25 a 65 anos, si debería preocuparse de las cosas importantes que pasan en el mundo en temas políticos y/o económicos

Deberían preocuparse, informarse y tomar alguna acción positiva; pues de ello depende su propia economía; aunque actualmente estén aparentemente bien económicamente. Asimismo ello va a influir en sus hijos o nietos (nuevas generaciones) como de nuestros viejos o ancianos que quieren irse de esta vida con una «buena muerte».

El hecho de no haberse pronunciado, en su momento, muchos de los ancianos actuales, es que el mundo tiene los malos lideres actuales que nos están llevando a permanentes conflictos violentos en diversas partes del mundo. Asimismo se están descubriendo unos horrorosos casos de corrupción que le hace daño a millones de seres humanos, en varios países del mundo.

Aquí tomamos de modelo a USA ; pues todavía es el líder del mundo en temas económicos y militares; pero un conjunto de desaciertos de gran calibre a nivel mundial, en los últimos presidentes, tanto local como internacionalmente, lo esta haciendo perder ese liderazgo y llevando a gran parte de países del mundo a un eminente caos económico y/o bélico.

La reciente ola de protesta por el asesinato policial de George Floyd, el cual es avivado por el evidente racismo del actual presidente y su equipo ha destapado otro frente mas. El local donde involucra a su propia gente y la cual puede ocasionar, en el peor de los escenarios, una guerra civil interna.

https://www.democracynow.org/es/embed/story/2020/6/1/cornel_west_us_moment_of_reckoning

A continuación comparto una pregunta y respuesta, hecha hace dos semanas, en el programa «Democracia Now» de la reconocida periodista norteamericana, Amy Wodman, donde pregunta NERMEEN SHAIKH y responde el Dr. CORNEL WEST, destacado pensador y escritor afroamericano. (*)

NERMEEN SHAIKH: Dr. Cornel West, ¿podría responder a lo que dijo la profesora Yamahtta Taylor? Usted está de acuerdo, por supuesto, en que el asesinato de George Floyd fue un linchamiento. También ha dicho que su muerte y las manifestaciones que se desencadenaron son una muestra del fallido experimento social que es Estados Unidos. ¿Podría responder a eso y también a la forma en que el Estado y las fuerzas del orden han respondido a las protestas tras la muerte de George Floyd, con la Guardia Nacional desplegada en muchas ciudades y estados alrededor del país?

CORNEL WEST: No hay duda de que este es el momento de la verdad en Estados Unidos. Pero tenemos que establecer la conexión entre lo local y lo global. Porque cuando se siembran las semillas de la avaricia: la desigualdad a nivel nacional y, a nivel mundial, los tentáculos imperialistas, 800 unidades militares en el extranjero, la violencia y la presencia del Mando África de EE.UU. (AFRICOM) en África, el apoyo a varios regímenes dictatoriales en Asia, etc., hay una conexión entre las semillas de violencia sembradas externa e internamente. Lo mismo pasa con las semillas del odio, de la supremacía blanca, del odio hacia las personas negras. El odio a la negrura, con su propia dinámica dentro del contexto de una civilización capitalista depredadora, obsesionada con el dinero, dinero, más dinero, la dominación de los trabajadores y la marginación de aquellos que no encajan —nuestros hermanos homosexuales, hermanas lesbianas, trans y demás—. Es precisamente esta convergencia a la cual se refiere mi querida hermana, la profesora Taylor, en relación con las formas en que el imperio estadounidense está implosionando, con sus cimientos sacudidos por levantamientos desde las bases.

El catalizador, sin duda, fue el linchamiento público de nuestro hermano George Floyd, pero también los fracasos de la economía capitalista depredadora en satisfacer las necesidades básicas de alimentación, asistencia sanitaria y educación de calidad, trabajos con un salario digno, al igual que el colapso de la clase política y el colapso de la clase profesional. Su legitimidad ha sido cuestionada radicalmente y eso es multirracial. Es la dimensión neofascista de Trump. Es la dimensión neoliberal de Biden y Obama, de los Clinton y demás. Esto incluye a gran parte de los medios de comunicación. Incluye a muchos de los profesores en las universidades. Los jóvenes dicen: “Todos ustedes han sido hipócritas. No se han preocupado por nuestro sufrimiento, nuestra miseria. Ya no creemos en su legitimidad”. Y eso deriva en una violenta explosión, que es lo que sucede ahora.

No quiero extenderme, pero, es en este contexto en el cual creo que Ella Baker y Fannie Lou Hamer, el rabino Heschel y Edward Said y, especialmente, el hermano Martin y Malcolm y sus legados, se vuelven más importantes, porque nos hablan desde la verdad. Nos proporcionan la conexión entre justicia y compasión con su ejemplo, en la forma en que se organizaron. Y eso es lo que se necesita en este momento. Una rebelión no es lo mismo que una revolución, de ninguna manera. Lo que necesitamos es un proyecto revolucionario no violento de intercambio democrático a gran escala —poder, riqueza, recursos, respeto, organización— y una transformación fundamental de este imperio estadounidense.

Hasta siempre: Carlos Tigre sin Tiempo (C.V.P.)

(*)=https://www.democracynow.org/es/2020/6/1/cornel_west_us_moment_of_reckoning

Dinero comparado de todos los presidentes en USA

Cual fue el presidente en USA que tuvo la mayor cantidad de dinero?. Del total de 44 presidentes que ha tenido Norteamérica  hasta el actual presidente Barack Obama se han realizado una comparación histórica y económica, con dolares equivalentes al 2010, ano que se usa como referencia. De esta manera podemos ver cual presidente, a la actualidad, tuvo o tiene la mayor cantidad de riqueza monetaria o material.

por otro lado el color azul representa a los demócratas, el rojo a los republicanos y el gris a otros partidos o independientes. (Fuente Revista TIME)

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De los dos primeros cuadros observamos que los 3 presidentes de USA que tuvieron la mayor cantidad de dinero o riqueza personal fueron:

1) John F. Kennedy                      $1000’000,000.00 (1 billon de dolares al 2010)

2) George Washington                   $525’000,000.00  (525 millones de dolares al 2010)

3) Thomas Jefferson                       $212’000,000.00 (212 millones de dolares al 2010)

Y, los 3 presidentes mas pobres con un millón de dolares, fueron la mayoría y hay un empate entre 11 presidentes lo cual podemos ver en los cuadros arriba presentados.

El actual presidente Barack Obama cuenta con una riqueza personal de 5 millones de dolares.

Abajo vemos al presidente de los «Lobystas» el cual tiene un cuadro en su oficina del presidente mas querido y respetado de toda la historia de USA, como fue Abraham Lincoln. 

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Finalmente podemos ver las fotos y nombres completos de los 44 presidentes que tuvo y tiene USA:

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Hasta siempre.

Carlos Tigre sin Tiempo (CTsT)

Nota:

Para mayor información sobre los «Lobystas» revisa este enlace: 

http://es.wikipedia.org/wiki/Lobby

Un pueblo fantasma en Haiti: Una exposición de malgasto y cinismo

Pocos meses después del terremoto de enero de 2010, que dejó unos 200.000 haitianos muertos y 1,3 millones de desplazados, el proyecto Building Back Better Communities (BBBC) obtuvo luz verde de la Comisión Interina para la Reconstrucción de Haití (IHRC).

Esta estaba liderada por el expresidente estadounidense Bill Clinton (1993-2001) y por el entonces primer ministro haitiano, Jean Max Bellerive (2009-2011). 

El proyecto consistía en una exposición de unas 60 casas modelo para la reconstrucción posterior al terremoto, y la creación de una «Comunidad Ejemplar» para 150 familias, planeada para erigirse sobre tierra otrora destinada a la agricultura en las afueras de Puerto Príncipe. 

En total, el BBBC costó alrededor de dos millones de dólares procedentes del financiamiento para la «reconstrucción». La mayor parte se destinó a la «Exposición de Viviendas», que apenas fue visitada y cuyas casas modelo actualmente están vacías. Por otra parte, la Comunidad Ejemplar nunca se construyó. 

Otros dos millones fueron gastados por las firmas de arquitectos y constructores que esperaban obtener valiosos contratos con el gobierno y organizaciones no gubernamentales, y también apostaban a que sus casas fueran seleccionadas para la Comunidad Ejemplar. 

Hasta hoy, una larga lista de organizadores del BBBC consideran que el proyecto es «significativo», «una buena idea» y «un éxito». Entre ellos, el urbanista Arcindo Santos, del Banco Interamericano de Desarrollo, que gastó 1,2 millones de dólares preparando el sitio de la Expo, y el ex ministro de Turismo haitiano Patrick Delatour, quien coordinó la muestra. 

Y para ellos, lo fue. Cada persona y agencia cumplió con su parte del proyecto, asistiendo a conferencias, redactando informes, inaugurando eventos. Y la mayoría de ellas, y de sus empleados, recibieron su paga. 

Pero nadie llevó adelante los proyectos, y nadie parece molestarse por ellos ahora. Las 67 viviendas modelo que el gobierno había prometido para albergar a familias víctimas del terremoto, 14 meses después, están vacías. 

En su entrevista con Haiti Grassroots Watch (HGW), incluso uno de los creadores del proyecto, el arquitecto y exfuncionario del gobierno haitiano Leslie Voltaire, admitió que la Expo fue «una farsa». 

Aunque destacó que el informe producido por la Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para la Comunidad Ejemplar era un documento «excelente», reconoció que tal vez su plan tuvo defectos desde el principio. 

«¿Quién iba a comprar esas casas?», se preguntó. 

«La Cruz Roja tiene dinero para hacer viviendas. World Vision y Usaid (la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) también. ¿Tal vez la Unión Europea, etcétera? Ellos son quienes deberían haber venido a la Expo. Pero los que tienen el dinero, ¿dónde están? Ellos ya tienen en sus cabezas su propio (modelo) de vivienda», planteó. 

Actualmente, nadie parece hacerse cargo, sostuvo Voltaire. Ni la agencia estatal de vivienda ni la oficina de reconstrucción de vivienda ni el Ministerio de Turismo. 

«Clinton y (el presidente haitiano, Michel) Martelly están implicados en esto», dijo. 

«Ellos lo inauguraron. Ellos son quienes deberían tenerlo entre manos. Martelly no puede simplemente desecharlo de esa manera. Y Clinton tampoco. Y ellos tienen que escribirles a las firmas que pusieron los prototipos allí», agregó. 

Pero Voltaire también está implicado, según un documento del Ministerio de Turismo. En marzo de 2011, lo pusieron a cargo del «manejo y seguimiento de la Comunidad Ejemplar». 

HGW realizó su propio seguimiento, contactándose con siete de las firmas, radicadas en Haití y en Estados Unidos. Solo una estaba construyendo casas, y había obtenido ese contrato antes de que se iniciara la Expo. Todos estaban consternados con el resultado del proyecto. 

«Fue dinero malgastado, sin respeto por los constructores. Nosotros invertimos alrededor de 25.000 dólares. Esperábamos vender esas casas», dijo en entrevista telefónica Gabriel Rosenberg, de la firma haitiana GR Construction. 

Jim Dooley, del nororiental estado estadounidense de New Hampshire, dijo que decidió participar porque «quería ayudar». Él y sus socios formaron el consorcio «Ti Kay» (Pequeña Casa, en lengua creole), e invirtieron unos 68.000 dólares, relató a HGW. 

«Hasta ahora no hemos vendido ni una sola» casa, señaló. 

«Nos dijeron que el modelo terminaría convirtiéndose en un refugio protector y en el hogar de una familia necesitada», dijo. 

«Solo podemos esperar que ese sea el futuro para esta pequeña edificación. Sin duda la diseñamos y la construimos con esa prioridad en la mente», agregó. 

Actualmente, Ti Kay está herméticamente cerrada, y vacía, mientras se estima que 369.000 víctimas todavía viven en campamentos donde reina la miseria. 

La empresaria haitiana Winifred Jean Galván dijo que ella y sus socios mexicanos en Pamacon S.A. gastaron 27.000 dólares, parte de ellos en aranceles aduaneros. 

«Pagamos alrededor de 30 por ciento», señaló, aunque la casa de 20.000 dólares fue un obsequio para el gobierno. 

Galván y Pamacon participaron en el proyecto porque querían «brindarle una casa decente a la población» y ganarse la vida haciéndolo, explicó. 

Ahora, la pequeña casa anaranjada está deshabitada. La pintura se está descascarando y una pared está agrietada. 

«Se llevaron nuestro dinero, se llevaron nuestras casas, sin ningún respeto por nosotros», dijo la empresaria de 58 años. 

«Pensamos que llamarían, por lo menos para decir si elegían o no nuestra casa (para la Comunidad Ejemplar). Ni siquiera un ‘gracias’, ni un ‘adiós’. Nada», expresó. 

HGW consultó al gobierno haitiano sobre cuáles eran los planes para las casas de la Expo. 

«Vamos a vender algunas y a alquilar otras», dijo Clement Belizaire, de la oficina estatal de reconstrucción de vivienda. 

«Algunas de ellas tendrán servicios estatales» instalados, y «todas esas casas se usarán», añadió. 

Pero actualmente, solo una está ocupada por una agencia pública. El modelo construido por la firma haitiana Secosa ahora es sede de una comisaría. 

Los olores e imágenes que reciben a quien visita este flamante conjunto de 60 viviendas de colores brillantes y desocupadas en Haití, bordean lo obsceno.

Algunas casas están repletas de excrementos humanos secos. Sus salas de estar y cocinas recién construidas ya son letrinas públicas. Unas pocas parecen habitadas por ocupantes irregulares. La pintura se está descascarando. Los retretes y lavabos desaparecieron y las puertas han sido arrancadas de sus goznes. 

Este fue uno de los primeros proyectos aprobados para la reconstrucción de Haití, cuyas principales ciudades fueron demolidas por el terremoto del 12 de enero de 2010, que mató a unas 200.000 personas y desplazó a 1,3 millones a campamentos miserables. Contó con un financiamiento de alrededor de dos millones de dólares y el entusiasta respaldo del expresidente estadounidense Bill Clinton (1993-2001). 

Apenas meses después del terremoto, el proyecto Building Back Better Communities (BBBC, volver a construir comunidades mejores) obtuvo luz verde de la Comisión Interina para la Reconstrucción de Haití, encabezada por Clinton y por el entonces primer ministro haitiano, Jean Max Bellerive (2009-2011). 

La idea era «exhibir las mejores prácticas para la reconstrucción de viviendas, alentando ideas innovadoras» mediante una «Exposición de Viviendas» y construir una «Comunidad Ejemplar», explica un documento de la Comisión. 

La Fundación Clinton concedió 500.000 dólares; el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) concedió 1,2 millones; la Fundación Deutsche Bank, el gobierno británico e incluso el haitiano contribuyeron, según funcionarios que participaron en el proyecto. 

Pero 14 meses después de que el propio Clinton inaugurara la Expo en este lugar que fue un terreno agrícola en las afueras de la capital, la mayor parte de las casas modelo están vacías y hay más cabras que seres humanos en este predio de dos hectáreas. Más de una decena de viviendas fueron vandalizadas. 

La construcción corrió por cuenta de empresas haitianas y extranjeras, a un costo individual promedio de 25.000 dólares –en total, alrededor de 1,5 millones– en una competencia por contratos y por la elección del modelo que adoptaría la Comunidad Ejemplar de 150 viviendas que sería parte del proyecto. 

«Todas estas casas tenían guardia de seguridad», dijo a los visitantes una joven, parada a la entrada de una pequeña vivienda amarilla construida por la firma estadounidense RCI Systems y valuada en 10.000 dólares. 

Detrás de ella, se veía un colchón maltrecho en el piso. «Muchos guardias se fueron porque no les pagaban», señaló. 

Una investigación de cuatro meses de Haiti Grassroots Watch (HGW) confirmó que, más allá de la admiración inicial, el proyecto de la Expo y la Comunidad Ejemplar han sido ignorados, igual que los arquitectos, las firmas constructoras, el lugar elegido y las propias casas. 

Errores exponenciales 

La Expo fue ideada pocos meses después del terremoto, durante una reunión en la casa de Clinton en Chappaqua, Nueva York, según el arquitecto y exfuncionario del gobierno haitiano Leslie Voltaire, uno de sus creadores. 

El gobierno organizaría una competencia y un foro donde contratistas locales y extranjeros podrían proponer soluciones habitacionales. Al final, las casas serían entregadas a familias sin techo, que tendrían que mantenerlas limpias y en buen estado para que personas interesadas, agencias humanitarias o constructores privados pudieran visitarlas en cualquier momento. 

«Era una ecuación de ganancia total», dijo Voltaire en una entrevista exclusiva con HGW. «El constructor hace un obsequio, pero también deja un ejemplo que puede ser visto por organizaciones no gubernamentales», explicó. 

Se dio participación a la firma de arquitectos John McAslan + Partners de Londres, y pronto el plan se amplió a la Comunidad Ejemplar, una aldea de 150 viviendas construidas con un modelo de casa de la Expo que sería seleccionado por un jurado. 

Las escuelas de arquitectura y urbanismo de la Universidad de Harvard y del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) se sumaron a la iniciativa para trabajar en la Comunidad Ejemplar y recomendar medidas en materia ambiental, social y económica. 

La Fundación Deutsche Bank se comprometió a aportar 50.000 dólares, y el 17 de agosto de 2010 la Comisión dio la luz verde, y el BID anunció que prepararía el sitio, unas dos hectáreas de tierras llanas, muy bajas e inundables que tendrían que ser rellenadas con grava. 

«La zona es realmente baja, así que hay que rellenar por lo menos un metro. Y cada metro cúbico cuesta alrededor de 25 dólares», explicó el urbanista del BID, Arcindo Santos. 

No se usó nada de los 10 millones de metros cúbicos de escombros del terremoto porque, justificó, «ese material no estaba listo o disponible». En cambio, se empleó la carga de alrededor de 10.000 camiones de grava y materiales extraídos de lechos de ríos y colinas. 

Voltaire decidió postularse a presidente poco después de iniciado el proyecto, así que este fue traspasado al Ministerio de Turismo y encargado a su titular, Patrick Delatour. Al concurso se presentaron unos 500 postulantes. 

«La Expo fue un éxito porque completamos nuestra misión, es decir que organizamos una conferencia sobre vivienda y los prototipos se construyeron», dijo el exministro a HGW. 

La firma de arquitectos John McAslan + Partners, que controló el concurso, hizo la misma evaluación. 

«La competencia fue de las más exitosas del mundo», dijo en una entrevista telefónica Nick Rutherford, de esa empresa, porque generó «casas económicamente accesibles y sostenibles». 

Pero los 60 modelos elegidos tienen un precio promedio de 21.000 dólares, y llegan hasta 69.000 dólares, elevado para las organizaciones humanitarias e inaccesible para la mayor parte de la población, que vive con menos de dos dólares diarios. Y muchas de las casas se construyeron con materiales importados. 

«Éxito» o no, la exposición no se realizó en noviembre de 2010, como estaba prevista. En cambio, el gobierno decidió celebrar una conferencia sobre vivienda en enero de 2011, y pospuso la exhibición para una fecha posterior ese mismo año. 

«Fue una especie de chupetín que les dieron a los contratistas a fin de mantenerlos interesados», admitió Voltaire. «Ellos decían: ‘¡No está ocurriendo nada!’, etcétera, así que (el gobierno) hizo una conferencia». 

Para John Sorge, de Innovative Composites International (ICI), una firma con oficinas en Estados Unidos y Canadá, «fue la broma más grande que he visto». 

«Fue un engaño para promover al gobierno. Toda la Expo fue una farsa», añadió. 

¿Y la Comunidad Ejemplar? Los equipos de Harvard y el MIT hicieron varias visitas a Haití, y una delegación haitiana viajó a Estados Unidos para un retiro en la isla Martha’s Vineyard, un lujoso sitio vacacional favorito del presidente Barack Obama. 

El esfuerzo produjo un interesante informe bilingüe, pero no la comunidad prevista. El dinero necesario no llegó a reunirse. 

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ZORANJE, Haití, (IPS/Haiti Grassroots Watch)

* Nota: La mayor parte de las entrevistas para este artículo se realizaron a comienzos de 2012. 

«Haiti Grassroots Watch»: es una asociación de AlterPresse, la Sociedad de Animación y Comunicación Social (SAKS), la Red de Mujeres de Radios Comunitarias (REFRAKA), radios comunitarias y estudiantes del Laboratorio de Periodismo de la Universidad del Estado de Haití.